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Horreo del año 1.700 perteciente en sus 2/4 partes a la familia de Nicanor Fresno y Mercedes Fresno y 1/4 a la familia de Casimiro Riva y Jovita Cayado
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El Horreo de la familia Fresno y Riva se mantiene en su construcción principal tal y como lo levantaron sus constructores, mantiene aún su primaria pegollera de castaño y solamente han sido sustituidos los pegollos de roble por los actuales de hormigón entre los años 1995 y 1997, retellado en el año 2000 y sin ningún tipo de subvención la familia Fresno y Riva mantiene en uso y en su estado original el presente horreo en Rales, Villavicosa, Principado de Asturias
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El horreo de la familia Fresno y Riva, hoy propiedad de Agustín e Isidoro Fresno Fresno y de Nieves Riva Cayado es utilizado todos los años para almacenar parte de la cosecha de manzana y patata.
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La calidad de conservación natural que posee es asombrosa, la fresca temperatura con ausencia de luz solar y excelente ventilación generada por sus paredes y techo en sus respectivos departamentos hace de cámara de conservación y en sus estanterías y suelo se extiende la materia prima que aguanta sin ningún tipo de conservante de 6 a 8 meses, las únicas precauciones es recoger un buen producto, no machacarlo, y sacar aquel que comienza a estropearse.
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Antaño, en el horreo se recogían además de patata y manzana, el maíz, la harina, las nueces, las avellanas y otros frutos, pero también se utilizaba para guardar y conservar el embutido, los jamones y los salazones.
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Cada familia tenía por regla general un departamento en algún horreo del pueblo, el paso del tiempo, el abandono y la desidia tanto de la Administración Regional como la de sus dueños fue dando al traste con los horreos de Rales al igual que otros muchos del Principado de Asturias.
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A pesar de que ya se conservan cada día menos horreos nuestra Administración sigue empecinada en que hay que pagar por retellar, sigue empecinada en dar unas míseras ayudas económicas para su conservación, ayudas que para conseguirlas se invierte más tiempo y dinero del que te abonan y del cual además pretenden adquirir supuestamente unos derechos sobre el horreo, derechos que supuestamente ya tienen y más que sus dueños.
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La cuestión es que cada invierno, cada primavera, cada otoño se desploma un horreo y nadie parece poner solución a la destrucción de parte de nuestra cultura.
Fotografías realizadas el 12 de marzo del año 2.000
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